Cuando se apaga la luz, sueño a borbotones. Lo primero que hago en el sueño es mirarme la palma de la mano. La tengo agrietada y la línea que llaman del destino, está flotando en un charco de la calle. Freud me escucha con cara de Viena, mis sueños son para él la reaparición parcial de contenidos reprimidos, pura gallofa. Soy un residuo sexual de mi infancia y amén. Cuando se apaga la luz, sueño a borbotones. Lo segundo que…
Mirando a los ojos de mi hijo, me pongo a pensar sobre el primer año de nuestras vidas juntos. Pienso en el amor, en esa grieta que se abre entre la palabra y el silencio, entre su piel y la mía. Un lugar…