Se podrá ver en FILMIN del 24 al 27 de noviembre.
Estreno mundial el 25 de noviembre en el 58FICX Festival Internacional de cine de Gijón 2020.
Madrid es el punto de confluencia de once historias de personas en tránsito físico y espiritual. Once historias honestas y directas, jóvenes y necesarias como sus protagonistas, que surgen de la experiencia pedagógica, terapéutica y cinematográfica de la Escuela Dentro Cine organizada por Pedro Sara y Violeta Pagán (Las edades sensibles de la luz) en Matadero Madrid. Once historias nuevas que hablan de la vida y las esperanzas, de las fronteras y los territorios, del crecimiento y la supervivencia. Un emocionante relato polifónico que nos acerca al aquí y al ahora.
Amor sin ciudad explora el concepto de ciudad como escenario de la crisis de la identidad familiar a través de 11 historias que emanan de las vivencias personales de los jóvenes participantes en Dentro Cine
· La película ha sido creada de forma colectiva por los alumnos, que son a la vez guionistas, actores y técnicos, y dirigida por los profesores Pedro Sara y Violeta Pagán
· La Escuela Dentro Cine es un proyecto artístico y formativo que funciona como una vía de desarrollo creativo y apoyo emocional a los jóvenes participantes, en situación de vulnerabilidad
· El taller piloto, que se puso en marcha en 2019, dio como resultado la película ‘Las edades sensibles a la luz’, que fue estrenada en la sección Enfants Terribles del Festival Internacional de Cine de Gijón
· La Escuela Dentro Cine es una iniciativa de Cineteca y Matadero Madrid que cuenta con el apoyo de la Fundación Banco Sabadell
Amor sin ciudad es el resultado de meses de trabajo que se vieron interrumpidos por la declaración del estado de alarma, provocado por la crisis sanitaria. Sin embargo, tras la suspensión de las clases presenciales en Matadero Madrid, los alumnos siguieron trabajando en conjunto, realizando ejercicios audiovisuales de forma individual y recibiendo tutorías y clases a través de videoconferencia, para reunirse nuevamente en verano y concluir las clases y el rodaje de una película basada en sus propias experiencias, pero pasadas por el filtro de la ficción, la puesta en escena y la actuación.
AMOR SIN CIUDAD
Amor sin ciudad está lejos de ser un documental y, sobre todo, está muy lejos de la compasión, la condescendencia o el miserabilismo con el que el cine suele abordar las realidades humanas y sociales complejas. Es una película radicalmente viva en la que sus autores y protagonistas son a la vez actores, escritores, fotógrafos, guionistas, sonidistas, iluminadores. “Todo es mentira porque lo que se cuenta es una enorme verdad”, afirma Gonzalo de Pedro, director artístico de Cineteca Madrid, centro impulsor del proyecto.
Trap, testimonios en primera persona, reuniones de zoom, mascotas perdidas, historias de desamor y pandemia, y mucha energía juvenil se juntan en un largometraje que navega entre géneros y formatos, pero siempre tocado por una suerte de varita mágica.
Los profesores y directores de la película Pedro Sara y Violeta Pagán afirman que “hacen cine para curar heridas. Amor sin ciudad explora el concepto de ciudad como escenario de la crisis de la identidad familiar”. Para los docentes de Dentro Cine, la película retrata “Madrid como un oscuro animal que amenaza con romper en mil pedazos el vínculo de los seres que la habitan”. La película, construida en relatos entrecruzados, cuenta las historias de Tokio, una chica de 20 años que busca un nombre en la periferia; de Azzdinne, un menor migrante que acaba de llegar de Marruecos hasta un pueblo perdido en la llanura de Castilla; de seis mujeres que exploran las cicatrices de su cuerpo, o de grupo de amigos que encuentran a un compañero fugado del centro de menores donde viven. Once historias sobre personas en tránsito de lo que duele. Todas transcurren en no lugares, donde están obligados a aprender a sobrevivir sin más recursos que sus corazones descarnados.
